Posturas en la misa
Una “postura” se refiera a cómo usas las partes de tu cuerpo en un momento dado. Los monaguillos tienen que hacer varias cosas distintas en la misa. Por lo tanto, hay varias posturas distintas.
· Caminar: Caminamos mucho todos los días, y a veces nos descuidamos al hacerlo. No andes por la Iglesia de un modo rígido como si fueras un soldadito de plomo. No andes tampoco toscamente como un oso gris. Camina con la espalda derecha y la cabeza alta.
· Inclinarse: Cuando haces una reverencia ante alguien o algo en la misa, lo debes hacer de un modo suave, inclinando la cabeza y los hombros hacia adelante. Cuando te inclinas ante el altar, hazlo a partir de la cintura y luego ponte derecho despacio. Cuando haces una reverencia ante el sacerdote, inclina la cabeza despacio y con gracia. No camines y no te inclines al mismo tiempo: párate antes de hacer una reverencia.
· Hacer una genuflexión: Cuando haces una genuflexión, guarda las manos enfrente de tu pecho mientras doblas la rodilla derecha. Mantén tu cuerpo recto. No te balancees de un lado a otro o te parecerás a un cordero recién nacido tratando de caminar. Asegúrate que tu sotana no te vaya a hacer tropezar al subir y bajar.
· Arrodillarse: Cuando te arrodillas, tu cuerpo ha de estar derecho y tus manos deben estar delante de tu pecho, bien encima de tu cintura.
· Estar de pie: Debes mantener el cuerpo derecho con los dos pies bien sentados en el suelo, separados por seis u ocho pulgadas. Eso te dará equilibrio y te sentirás más a gusto al mismo tiempo. No te apoyes contra el mobiliario o contra las paredes.
· Estar sentado/a: Siéntate cuidadosamente y con gracia en tu silla. Una vez sentado/a, no aflojes la postura. Ponte las manos en el regazo o extendidas sobre las piernas de un modo relajado. Observa cómo el sacerdote mantiene las manos, y haz lo que él hace.
· Las manos: Si no estás sentado/a llevando algo (como una vela), tus manos deben estar juntas delante de tu pecho: o bien entrelazadas, o palma contra palma, con los dedos hacia arriba. Mantén las manos del mismo modo que lo hace el sacerdote. Guarda las manos a la altura del pecho. Si estás llevando algo en una mano, mantén la otra extendida contra tu pecho.
· Los ojos: Durante la misa, mira siempre hacia el sitio donde ocurre la acción: la sede del celebrante, el ambón o el altar. Cuando el/la lector/a está leyendo la Escrituras, tú deberías mirarlo/a a él/ella. Cuando charlas con alguien, quieres que esta persona te mire a ti, ¿verdad? Pasa lo mismo en misa, Mira al sacerdote y a los otros ministros mientras ellos hablan y actúan en el presbiterio. Mira también a los fieles. Es un modo de decirles a los que están en la iglesia que tú estás enterado/a de su presencia.
· Apariencia General: Has de saber lo que tienes que hacer cuando ayudas a misa y cuándo lo tienes que hacer. Además, comunica la confianza de que tú los PUEDES hacer. No te veas como si ayudar a misa fuese el peor de los castigos o la cosa más desagradable posible. No tengas miedo de sonreír. NO TENGAS MIEDO MIENTRAS AYUDAS A MISA. En la Biblia, hay una oración antigua que dice: “Subiré al altar de Dios, a Dios que alegra mi juventud”.
No te agites nerviosamente y no te deslices por el presbiterio. Relájate y siéntate a gusto. Acuérdate de escuchar, cantar y orar con los demás fieles que se han juntado para adorar a Dios. Recuerda que servir a Dios y a su pueblo es un ministerio importante, y haz todo lo posible.
El año litúrgico
La liturgia es el conjunto de signos sensibles, eficaces, de la santificación y del culto a la Iglesia. Es el conjunto de la oración pública de la Iglesia y de la celebración sacramental.
* Blanco: Simboliza pureza y tiempo de júbilo. Es usado en los momentos principales del calendario litúrgico; Navidad y Pascua. También se usa en fiestas dedicadas a la Virgen o Santos. Este color equivale igualmente al dorado.
* Morado: Simboliza una profundización espiritual, una preparación. Se usa en Adviento y en Cuaresma, tiempos de preparación para la Navidad y la Pascua respectivamente. También se usa en funerales y misas de difuntos.
* Verde: Simboliza la esperanza. Es usado durante el Tiempo Ordinario, después de Navidad hasta Cuaresma, y después de la Pascua hasta el Adviento.
* Rojo: Simboliza el martirio y la fuerza del Espíritu Santo. Es usado en las fiestas de la pasión del Señor, de los santos mártires y del Espíritu Santo, Domingo de Ramos, Viernes Santo y Pentecostés. En Roma, es usado para los Funerales de Cardenales y del Sumo Pontífice.
* Rosado: Se utiliza potestativamente en la misa del Domingo Gaudette (el tercero de Adviento) para indicar la cercanía de Navidad y el domingo Laetare (el cuarto de Cuaresma) por la misma cercanía de la Pascua. Es mezcla del morado con el blanco.
* Negro: Se permite el uso de este color (no obligatorio) en las misas exequiales y funerales. Simboliza el duelo y tristeza. Se recomienda el uso en la Conmemoración de los difuntos.
* Azul: Simboliza pureza y virginidad. Se usa en España y en Chile para solemnidades de la Virgen, como la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre.